Translate

sábado, 23 de enero de 2016

EXPERIMENTO: Interrelación entre la visión y la escucha de música.

En el 2015 (en La Línea de la Concepción, Cádiz) se hizo el siguiente experimento para observar cómo interrelacionan la visión y el oído al recibir estímulos que crean sensaciones y emociones.

La música siempre se ha utilizado para provocar o reforzar las emociones del teatro (la ópera), el cine o incluso en los anuncios y los videojuegos. Esto presupone que la música va a comunicarnos unas sensaciones o emociones concretas a todos por igual. Pero, si esas sensaciones no fueran iguales para todos, ¿qué pasa si la música no tiene un significado objetivo? ¿Cómo afecta en nuestro tiempo la música de otras culturas o la música atonal del S.XX? ¿Pueden las imágenes distorsionar o modificar la percepción musical de la misma manera que la música lo hace con las imágenes?

Varios autores ya han incidido en que la música no es universal, es decir, no tiene un significado o unas emociones objetivas a todos los pueblos o sociedades del mundo. Así, John Blacking nos dice que la música es una acción social creada por los hombres [1], por tanto queda claro que cada sociedad (grupo, cultura, pueblo o incluso diferentes tipos de tribus urbanas…) tendrá su propia música con la que se identifica y le hace sentir sensaciones de una manera objetiva. También son muy interesantes los estudios de Josefa Lacárcel Moreno [2] sobre la emoción musical y la educación musical.

Aprovechando mi ocupación como profesor de conservatorio hice un trabajo práctico experimental con un grupo de individuos, donde intenté dar respuesta a las preguntas planteadas. Si la hipótesis de que la imagen puede inducir a un significado objetivo de cualquier música es cierta, tendríamos así una herramienta importante para dar luz a la comprensión por parte de los alumnos hacia repertorios que en ocasiones les parece tan alejados de su entorno social.