Este ensayo no pretende resolver las discusiones sobra
nuestra música contemporánea, sino más bien reflexionar sobre qué ha pasado con
la Experiencia Estética en
nuestro tiempo en relación a nuestra música como Arte. Sin menospreciar el
valor de la música “urbana”, me centro en la música clásica del presente como
heredera y continuadora de la forma de hacer el Arte del pasado. Saber cómo
funciona la Experiencia Estética y cómo transmitirla puede facilitar la
comunicación de la obra de arte con el público.
Beethoven y Stravinsky.
La música no sería lo que es hoy si no fuera por el esfuerzo que muchos
músicos realizaron en el pasado. Pero, ¿qué es realmente “esfuerzo” para un
músico? Voy a intentar llegar a la enjundia del sentido de dicho vocablo. Al
fin y al cabo, el esfuerzo es uno de los valores que se intentan inculcar en
nuestros conservatorios. Aspiración que suele tener paupérrimos resultados.
Hay
Centros donde sólo el 12% de los estudiantes de piano que empiezan a estudiar en
el primer curso de las Enseñanzas Profesionales de Música llegan al último
curso. Habrá que analizar
entonces si se está pidiendo a los estudiantes de música un esfuerzo que supera
ciertos límites, y más que esfuerzo pasa a ser sacrificio. Sacrificio que hoy
en día ya no compensa para seguir estudiando.