Soy tuyo.

 

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Soy tuyo.

 

Todo tuyo,

Desde hoy sé que amo tu piel, que tus besos son los más leales y libidinosos que recibiré, y que cuando me mires volaré hacia mil lugares de amor y deseo bajo sábanas de excitación.

Sé que quiero tener tu saliva en mi cuerpo, y mi lengua te va a estremecer conmigo dentro de tus sentidos.

Solo tuyo,

Hasta que nuestros orgasmos nos hagan desfallecer, y quedemos dormidos, extasiados, cansados, exhaustos y agotados de amar, de follar, de penetrarnos, de cara, de espalda, escorzados, con nuestros culos mojados, azotados, mordidos…

Con las marcas de nuestras manos dentro y fuera de nuestro Ser; con los dedos húmedos de sexo; y con nuestras bocas llenas de besos, desde los labios hasta nuestras concupiscencias, mimadas y remordidas.

No lo dudo,

Hasta que nos rindamos al desaliento de dos amantes frenéticos, y nos alcance el mundo, soy tuyo.

©Pablo Grandes del Río.