Leer Relato:
¡Mira!
—
¿Ves algo?
—
No…
—
¿Desde cuándo?
—
No recuerdo…
—
Pero… ¿recuerdas qué veías antes?
Tarda
en contestar.
—
Solo veo mis pies…, todo el tiempo. Mis pies… ¡solo eso!
—
Levanta la cabeza, y mira. ¡Mira! —suplica.
Su
anquilosada postura, con actitud derrotada de una vida sin voluntad, brega
contra las cervicales. Las vértebras intentan enderezar lastimosamente la
sometida espalda.
El
dolor se hace insoportable tras varios conatos.
—
¡Mira! —le repite una y otra vez—, ¡mira! Si llegas arriba, ya nunca bajarás la
vista…
Superada
la frontera de lo insoportable, consigue alzarse. Triunfante.
—
Qué bonito… —alcanza a musitar.
—
¿Verdad? Necesitaba que tú también lo vieras para que existiera…
Y
ante tal belleza, no les cupo más, que mirar el mundo.
© PABLO GRANDES DEL RÍO
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